La dependencia de lo gratis nos puede surgir por la comodidad de usar herramientas por las que no pagamos con dinero y que son accesibles muy fácilmente… son golosas. ¿Es una buena idea usarlas y depender de ellas?
Depender de herramientas gratuitas es un concepto que nos puede generar rechazo. Ninguna dependencia es buena y a casi ninguno nos gusta sentir que dependemos de ninguna herramienta, pero la realidad es que, una vez nos hemos acostumbrado a trabajar de una manera, migrar a otro sistema no es fácil.
Por eso las plataformas de software gratuito nos lo ponen tan fácil para que nos enganchemos. Dan funcionalidad cada vez más avanzada para que no tengamos necesidad de irnos a ninguna parte y sigamos usando sus servicios. Donde antes teníamos apenas un programa para escribir notas, ahora Google Docs nos da un programa de edición de texto con funcionalidades que hace unos años no nos pensábamos posibles a través de Internet.
Y como Docs podría nombre LibreOffice, FreeOfice, Gimp y muchos otros de los programas OpenSource que nos podemos encontrar gratis.
Por supuesto esto también lo podemos extender a otras plataformas fuera de nuestros ordenadores personales. WhatsApp, Telegram, Messenger, son, entre otros, algunos de los programas más utilizados en el día a día que no nos piden ni un céntimo de nuestro dinero para poder operar desde nuestro teléfono.
Podríamos hablar del coste real de estas herramientas porque, a pesar de que no paguemos dinero por ellas, sin dudas se cobran un precio en privacidad y en datos que no podemos evitar que adquieran. Por no mencionar el tiempo en publicidad que les tenemos que dar porque nos la meten por los ojos de una forma u otra. De esto ya hemos hablado en al pasado en este otro artículo.
Pero lo más importante y que tenemos que tener más en cuenta es cuando usamos tanto esas herramientas y para tantas cosas que, de quedarnos sin ellas, nos veríamos en un apuro.
En el mundo de la comunicaciones, WhatsApp es muy utilizado tanto a nivel personal como profesional. Hasta la fecha, el intento de Facebook de monetizar la aplicación cobrando 1$ al año les salió bastante mal y tuvieron que dar marcha atrás en esa ocasión.
Sin embargo eso no significa que no puedan volver a intentarlo en el futuro o que lo hagan de otra manera. O que, sencillamente, la aplicación deje de existir o funcionar (cosa que ha sucedido). Y eso supondría un problema para aquellos que dependamos de estas aplicaciones.
Por lo tanto, estar al día del estado de salud de las empresas que crean el software gratuito que algunos de nuestros clientes usan, como pueda ser Thunderbird, es una de las labores que realizamos periódicamente, así como mirar alternativas que cubran las necesidades de nuestros clientes sin que sufran retrasos o problemas más allá de la migración datos.
¿Qué tecnología de gratuita usáis en vuestras empresas? ¿Tenéis un plan de contingencia? Porque si no lo tenéis, vamos a sentarnos y hablar.