La formación en el trabajo es una de las áreas empresariales más descuidadas. Si ponemos tanto esmero en nuestra educación mientras crecemos, ¿por qué paramos cuando empezamos a trabajar?
Hablar sobre la formación en el trabajo es una conversación bastante dura de tener, hay que reconocerlo. La mayoría de las empresas tienen una actitud muy laxa a la hora de formar a sus empleados y mantenerlos al día. Según el Grupo Olka, el número de empresas que usan la formación bonificada está cayendo. Pero es la realidad. La formación en el trabajo recibe mucho menos presupuesto que el marketing y se elimina de los gastos en el momento en el que hay que apretarse el cinturón. A pesar de todo, Masquenegocio.com nos dice que el eLearning (la formación online) ha visto una subida importante durante los últimos meses, entre otras cosas, por la flexibilidad y conveniencia.
Sin embargo, es algo bien sabido que un empleado bien formado es más eficiente en sus tareas y también más leal a la empresa porque no solo se siente que puede desarrollar sus tareas con el conocimiento suficiente, sino que también siente que su carrera está avanzando.
¿Qué beneficios tiene la formación dentro de la empresa?
Vamos a listar solo los fundamentales. Porque si no, nos podríamos pasar aquí todo el día y este artículo sería el tamaño de una guía telefónica.
Más tiempo trabajando y menos solucionando problemas
La tecnología avanza, nos guste o no, lo necesitemos o no. La realidad es que hoy en día hay herramientas en nuestras oficinas que hace tres o cuatro años no teníamos. Y estas herramientas se actualizan constantemente. A veces sin que tengamos opción.
Ante esto tenemos varias alternativas: dejar de lado las nuevas herramientas que tenemos a nuestra disposición (desaprovechando funciones que nos podrían venir bien), dejar que los usuarios investiguen cómo utilizar las nuevas características (usando tiempo de su jornada que podrían estar haciendo trabajo) o darles formación en el trabajo para que puedan hacer su jornada de forma más eficiente.
Como decía Abraham Maslow, “Si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo“. Un empleado que solo sepa hacer las cosas de una forma, lo hará todo de la misma forma.
Motiva al trabajador
Un empleado que se sienta anquilosado en su puesto estará infeliz. La formación en el trabajo ofrece una oportunidad de romper con la rutina, aprender algo nuevo e implementar nuevas herramientas e iniciativas en el día a día.
Tanto si la formación ofrece una nueva perspectiva del trabajo, o la oportunidad de aprender algo totalmente nuevo, escapar de la rutina puede ser un aliciente enorme.
Ayuda a retener el talento
Cierto tipo de formación, sobre todo la formación reglada, puede especificar un pacto de permanencia para que el empleado continúe un tiempo en la empresa después de obtener la titulación.
Cuando se financia un master o similar, se espera que el empleado permanezca en su puesto y ponga los conocimientos adquiridos en práctica para ofrecer un mejor servicio que, a su vez, repercuta positivamente en la empresa.
Pero lo más beneficioso es que el empleado se sentirá más apoyado por la empresa y verá que su carrera y conocimiento se expande, incrementará su lealtad y reducirá el riesgo de que busque la felicidad laboral en otra compañía.
Mejora la imagen de la empresa
Una compañía que ofrece formación en el trabajo a sus empleados tiene siempre mejor imagen y consideración que una que no lo hace.
Cuando hablamos con un cliente, poder decir que vamos a ofrecerles un servicio que se actualiza constantemente porque nuestros empleados se actualizan constantemente da una imagen de seguridad y estabilidad que otras empresas no pueden ofrecer.
La formación puede ser un motivo para que clientes potenciales se decanten por nuestros servicios.
Como dije al principio, podría continuar dando motivos durante horas, pero creo que el mensaje está claro: formar a tus empleados tiene muchos beneficios.
Pero ¿y los costes?
Ese es el terreno escabroso de cualquier inversión. La formación en el trabajo no suele ser gratis y la buena formación tiene un coste. Y por buenos motivos.
Detrás de una formación bien diseñada hay un proceso de investigación y desarrollo fuerte. En Creatic adaptamos nuestro modelo de formación a las necesidades de cada proyecto y valoramos cuidadosamente cuáles son los objetivos de tu negocio y los objetivos formativos para que puedas ver un retorno en esa inversión lo antes posible.
¿Qué queremos decir con esto?
Pongamos el ejemplo de una empresa que tiene un gasto en papel y tóner de impresora muy alto. Cada mes hay un gasto que se podría reducir lo suficiente como para pagar el sueldo entero de una persona (esto no es una exageración. Lo hemos visto más de una vez).
El objetivo del negocio sería reducir el gasto de impresión en un 50% en un periodo de tiempo de seis meses. El objetivo formativo sería enseñar a los empleados alternativas a la impresión para evitar el uso del papel y la tinta como:
- Utilizar PDFs y firmas digitales
- Archivar documentos más eficientemente para no tener que tenerlos en papel
- Reutilización de papel para reducir costes
- Imprimir con un nivel de tinta más eficiente para no gastar color innecesariamente
- …
De esta forma conseguimos muchos objetivos:
- Reducción de costes
- Crear menos desperdicio
- Menos del tiempo imprimiendo
- Usar menos espacio para archivadores
- Incremento en la seguridad de la empresa al eliminar papeles que se pueden perder, dañar, copiar, etc.
- …
Creo que está claro el bajo coste de la formación, comparado con el crecimiento a medio y largo plazo que podría impulsar.
Ahora nos toca sentarnos y hablar de tu plan formativo.
¿Cuándo fue la última vez que tuvisteis algo de training en vuestra empresa?